Un trabajo que se destaca por una pintura fuerte y vigorosa que nos propone otra versión de la realidad, usando un lenguaje subjetivo y emocional que apela al subconsciente.

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Usa técnicas automáticas que se vuelcan en grandes y medianos formatos sobre tela y papel a través de gestos, manchas y grafismos azarosos que están en busca de una expresión propia y libre, a veces desgarrada, otras dinámica y transgresora.

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La velocidad y la descarga física son fundamentales para improvisar formas que se acercan a una figuración exaltada. El dibujo y el color se encuentran y se desencuentran, se contienen y se fracturan, confrontándose y construyendo formas que dictan el contenido.

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- Rita Miranda.